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Capítulo Siete

"Observar la Devoción Matutina"

"Bueno es alabarte, oh Jehová, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo;

anunciar por la mañana tu misericordia, y tu fidelidad cada noche".

Salmo 92:1,2

 

¿Sabías que Jesús observaba la devoción matutina? "Levantándose muy de mañana", escribió Marcos, "siendo aún oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba" (Marcos 1:35).

Jesús quería estar a solas con su Padre, conversar con él y escuchar lo que tenía para decirle. Por eso, cuando sus discípulos todavía dormían. Se levantaba silenciosamente y se dirigía a un lugar apartado donde pudiera tener un buen encuentro con su bondadoso Padre celestial.

Cuando Jesús oraba se arrodillaba, y abría su corazón a su Padre celestial, discutiendo con él muchos asuntos acerca de su obra y su misión. Cuando Cristo estaba en la tierra el Padre celestial se reunía con él y le hablaba, y lo llenaba con sabiduría y poder para predicar y enseñar. Dios le dio poder para curar a los enfermos.

Los encuentros de nuestro Salvador con Dios eran temprano en la mañana. Para Jesús, la devoción matutina era un hábito permanente, y lo mismo debe ser para nosotros.

¿Qué significa "Observar la Devoción matutina" ? En realidad, significa estar alerta a la voz de Dios, prestando atención a las señales espirituales que nuestro capitán nos da en el campo de batalla de la vida. Es orar, estudiar la Biblia, y meditar silenciosamente, todo al mismo tiempo.

Estudia la Biblia y advierte que todos los verdaderos seguidores de Dios fueron siempre observadores de la devoción matutina. El rey David oraba todas las mañanas, todos los mediodías y todas las tardes: "En cuanto a mí, a Dios clamaré; y Jehová me salvará. Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, y él oirá mi voz" (Salmo 55: 16, 17).

A Daniel, el primer ministro del reino de Persia, le gustaba observar la devoción matutina y "se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios" (Daniel 6:10)

La devoción matutina es la hora fresca y primaveral cuando las alegrías del corazón desbordan, cuando cantamos con los pajaritos, cuando nuestros corazones brillan como los rayos del sol naciente sobre las colinas tranquilas.

En la devoción matutina agradecemos a Dios por el buen descanso de la noche y por la protección que nos dios durante las horas del sueño. No sólo podemos pedirle a Dios su bendición sobre nosotros y nuestras familias, no solo podemos pedirle a que nos ayude a ganar a los pecadores para Cristo y nos dé fuerzas para vencer nuestros malos hábitos, sino que también podemos cantar himnos de loor a Dios y leer la Biblia.

En los días del rey David, los levitas que ayudaban a los sacerdotes en los servicios religiosos del templo iban "cada mañana todos los días a dar gracias y tributar alabanzas a Jehová" (1 Cron. 23:30), cumpliendo así las órdenes dadas por el piadoso monarca. Debían también cantar salmos y,, no hay duda alguna que sabían arrancar los acordes más sublimes a sus instrumentos. Supongamos que es momento de la devoción matutina en tu casa, de mañana bien temprano. ¿Te gustaría saber cómo hacer para que la devoción matutina tenga un mayor significado para tí? Primero, lee uno o dos capítulos de la Biblia y, después, lee en el libro de la devoción matutina la lectura que corresponde a ese día. Enseguida, canta. Si algunos en tu casa están todavía durmiendo, respeta su sueño y posterga el canto. Arrodíllate después silenciosamente y conversa con dios como si lo estuvieras haciendo con un amigo. Recuerda que "la oración no baja a Dios hasta nosotros, antes bien nos eleva a Él" (El camino a Cristo, p.92). La oración es una experiencia elevadora. Piensa en la oración como si fuera un elevador que te va llevando cada vez más y más alto, hasta llegar arriba, donde el aire es puro y limpio, donde está Dios, y vivir en ese mundo sin egoísmo. Por medio de la oración puedes recibir a dios y, por medio de la fe, tenerlo siempre a tu lado,

Cuando oras estás en la presencia de Dios. ¿Estuviste alguna vez en la presencia del director del colegio, del gobernador del estado, o del presidente de la república? Es algo impresionante, ¿verdad? Por eso es necesario que seamos reverentes durante la oración y que nos concentremos, no dejando que nuestros pensamientos vaguen libremente. San Pablo dijo que "es necesario que el se acerca a Dios crea que le hay" (Heb. 11:6), es decir, cree que Jesús está presente y te está oyendo. La promesa es "Pedid, y se os dará: buscad, y hallaréis; llamad y se os abrirá" (Mateo 7:7).

¿Te gustaría saber cómo conseguir que tus oraciones sean contestadas? Te contaré un secreto. Cuando vayas a orar, prepárate de antemano con una porción de la Biblia, de su Palabra, que sea apropiada para la ocasión. Por ejemplo, si hiciste algo errado, presenta delante de dios esta promesa: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:9). Insiste en su promesa y verás que no te chasqueará. Recuerda lo que está escrito en su Palabra y, entonces, cree en ello. Es posible que estés perturbado por sentimientos de culpa, de tristeza, o de miedo, pero no tengas recelo: solamente cree en Dios. Él va a llenar tu corazón de paz, "pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas" (1 Juan 3:20).

Al orar, recuerda que puede ser que Jesús no te dé exactamente lo que estás pidiendo. Por ejemplo, podrías pedirle que te diera una fortuna en dinero, que te diera un reluciente automóvil, un traje nuevo o, quizá, todo un guardarropas completamente nuevo. Lo más que seguro, sin embargo, es que no recibas nada de eso. ¿Por qué? La respuesta es que Jesús quiere darte lo mejor, quiere darte riquezas espirituales que son mucho más valiosas que cualquier cosa material que puedas pedir.

Es verdad que si tienes gran necesidad de tener un nuevo traje o vestido, puedes hablar con él acerca de ello, y si él lo encuentra conveniente, te atenderá de una u otra manera. Me acuerdo que una vez, cuando estudiaba en la universidad y necesitaba desesperadamente tener un nuevo traje, le pedí a Jesús que me ayudara a conseguirlo. Una semana después recibí un paquete por correo y, cuando lo abrí, allí estaba un hermoso traje gris que alguien me enviaba desde San Francisco. Nunca supe como hizo el que me lo envió para descubrir que estaba necesitando aquella ropa.

Una vez enviaron un ministro a África. Necesitaba una cámara para captar escenas de la vida de las iglesias de aquellos países distantes a fin de mostrarlas en su tierra natal. No sabiendo que hacer, le contó a Jesús cuál era su situación financiera y le pidió que le ayudara a conseguir cierta cámara que era su preferida. Después, acabó olvidándose del pedido, pero Jesús no se olvidó. Pasado algún tiempo, cuando asistía a una reunión campestre en el estado de Nueva York, fue presentado casualmente a un desconocido que era el ingeniero que había diseñado la cámara. Estaba tan excitado que casi no podía hablar, pero no dijo nada.

Mas tarde, habló con un pariente del diseñador. Este hombre era muy observador y se dio cuenta del gran interés que el ministro sentía por la cámara. Esa noche el ministro le estaba predicando a los jóvenes cuando vio que en la puerta de la tienda donde estaba el diseñador con una filmadora en la mano y algunos rollos de películas adicionales. Había una sonrisa feliz en su rostro cuando pidió a un amigo que llevara el equipo hasta la plataforma y lo dejara sobre la silla del predicador. Era un regalo extraordinario. Dios actuó en favor de ese misionero para que pudiera llevar a Africa la tan deseada filmadora. Esa cámara era una cámara del Señor, y él mismo la llamó "la cámara del milagro" por ser una respuesta directa a su oración.

Un hombre llamado Edison Driver casi perdió la vida en medio de un bosque en el norte de Carolina, pero se salvó milagrosamente en respuesta a una oración. Veamos la historia tal como él mismo la contó:

"A finales de otoño estaba yo, hace muchos años en una partida de cazadores y pescadores en el noroeste de California. La caza marchaba bien, y una tarde cuando los demás pescaban, tomé mi rifle y me interné en el bosque buscando algún animal. Había andado ya algunos Kilómetros en medio de aquella región salvaje, cuando comenzó a nevar débilmente. ‘Es hora de regresar al campamento’, me dije a mí mismo, y comencé a desandar el camino. Pero, cada vez era más oscuro, la nieve más densa, y yo estaba extraviado.

"Hacía cada vez más frío y, aunque mire atentamente a mí alrededor en busca de un refugio, no encontré ninguno. La noche era muy oscura y la nieve me cegaba. Sabía que si me quedaba donde estaba, ciertamente moriría congelado. No había un alma viva en un radio de 8 kilómetros, y los árboles de aquella montaña no ofrecían abrigo alguno.

"Bueno, mi madre me ha enseñado a orar; caí de rodillas en la nieve y por primera vez desde hace mucho tiempo, le conté a Dios todo mi sufrimiento y le prometí solemnemente que, si me llevaba a un lugar seguro, sería un hombre mejor.

"Cuando me levanté, me sentí impelido a caminar hacia adelante, sin saber exactamente a dónde. Luego de un centenar de metros, ‘platch’, pisé en un pozo de agua. ‘Que mala suerte’, pensé. ‘Ahora se congelaran mis pies’. Sin embargo, cuando el agua entro en mis zapatos, me día cuenta que era caliente y c0mprendía que había descubierto, por acaso, una fuente de agua termal. Sin pérdida de tiempo, porque ya estaba quedando congelado, traté de descubrir un lugar donde las aguas fueran mas profundas, lo suficiente para cubrirme, y quedé allí sentado toda la noche agradeciendo a Dios por la extraña manera que había usado para salvar mi vida. A la mañana siguiente mis compañeros de grupo me encontraron y me llevaron ropas secas.

"Desde entonces he sido un ferviente creyente en el poder de la oración".

Cuando oras es importante que agradezcas a Dios por haber escuchado tu oración. Después, sigue adelante con tus actividades confiado en que el Señor está trabajando en tu favor. "Sin fe es imposible agradar a Dios", porque él es "galardonador de los que le buscan" (Heb. 11:6). La fe es absolutamente necesaria para obtener respuesta a la oración. Primero, debes creer que el Señor te oye. Después, debes hacer tu parte en todo lo que puedas para ayudar a responder tu propia oración. Recuerda que el Señor trabaja contigo. La fuerza divina que emana o se genera como consecuencia de esa sociedad es el resultado más importante de la oración y la mejor prueba de su eficacia.

Cuando Moisés descendía del Monte Sinaí lo envolvía la gloria el Señor, había un halo de luz alrededor de su rostro y su cara brillaba tanto, que los hijos de Israel atemorizados, cubrieron sus rostros con las manos. Cuando estamos con Dios en oración, estamos en su presencia.

La presencia de Jesús explica la diferencia que existe entre el éxito y el fracaso en la vida cristiana. Todo parece mucho más fácil cuando él está cerca.. Nuestros corazones son mas luminosos. Las tareas escolares son más fáciles. Las cosas son diferentes cuando Dios está cerca.

¡Y nosotros somos diferentes! ¿Qué joven o señorita, viviendo en una atmósfera de oración, consentiría en fumar un cigarrillo, en contar un chiste sucio o en mirar un programa de TV lleno de asesinatos y de tontas escenas de romanticismo? La oración te mantendrá alejado del pecado, y el pecado te mantendrá alejado de la oración.

La oración es la fuente para obtener la victoria contra las trampas que Satanás coloca delante de nosotros. Si quieres caminar en la presencia de Dios y obtener protección "bajo sus alas", tiene que hacerlo sobre tus rodillas. Es extraño, ¿verdad?, que cuando estás sobre sus rodillas es cuando "caminas" en la presencia de Dios. La oración es, al mismo tiempo la puerta por la cual entramos en lo mejor de la vida y la salida para nuestra vieja vida de pecado. El Diablo tiembla cuando nos ve de rodillas, y huye de nosotros. Esa es la razón por la que necesitamos orar.

La señora Elena G. de White dijo que "orar sin cesar es mantener una unión no interrumpida del alma con Dios", y que no debemos "descuidar la oración privada, porque ésta es la vida del alma" (Camino a Cristo, p. 97,98). Añadió también que: "La oración es el medio ordenado por el cielo para tener éxito con el conflicto con el pecado y desarrollar el carácter cristiano" (Los hechos de los apóstoles, p. 450).

Hay todavía otro pequeño secreto en la oración. Me refiero al factor esencial de la sinceridad. Las oraciones más elocuentes no son más que palabras vacías si no expresan los verdaderos sentimientos del alma. La verdadera oración de fe procede siempre de un corazón sincero.

Pablo escribió que todo "aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo" (Rom. 10:13) El nombre del Señor es Jesús que significa "Salvador". Cuando oras en su nombre y por su amor. Dile a Dios que crees en Jesús y que ofreces tu oración en su nombre. El Padre, por amor a su Hijo, responderá tus peticiones.

Naturalmente, la oración es solo la mitad de la devoción matutina. El estudio de la preciosa Biblia y la meditación sobre sus mensajes es la otra mitad. Daniel A. Poling, veterano líder de la juventud, dijo cierta vez que "la Biblia es la palabra de Dios hablando de sí mismo. Non dice quién y qué es él. Describe sus propósitos y explica su plan. Ningún hombre puede encontrar la plenitud del conocimiento de Dios si no escudriña las Escrituras".

A través de la Biblia los profetas actúan como artistas pintando con palabras cuadros de Cristo, nuestro Salvador. Al leerla, tu imaginación comienza a funcionar y ves a Jesús, primero como el bebé de Belén, con María y José y los sabios del oriente. Después lo ves como el adolescente en la carpintería de Nazaret, con el martillo en la mano, haciendo una silla o quizá una mesa. A medida que trabaja observas como se contraen sus músculos debajo de la piel bronceada por el sol. Está cantando un himno de felicidad. Es un perfecto operario. Más tarde lo ves caminando por las polvorientas calles de Judea, curando a los enfermos, expulsando demonios, resucitando muertos, limpiando leprosos, enseñando el evangelio y haciendo el bien por todas partes. ¡Este es un cuadro de Dios en forma de hombre revelándonos su juventud y fuerzas eternas!.

¡Pero, qué cuadro se ve ahora! Allí está Cristo suspendido en la cruz, con su sangre preciosa que gotea de las manos y los pies. Si prestamos atención podemos oír de sus labios las palabras de perdón dirigidas al ladrón moribundo. Se vuelve luego hacia Juan, el discípulo amado y le pide que recoja a su madre en su casa y la cuida. ¡Qué Salvador misericordioso y piadoso es Jesús! ¡En aquellos momentos difíciles, no se preocupaba por sí mismo, sino de los demás y de su bienestar!.

En el próximo cuadro aparece con gran poder, como el Señor resucitado que rompió las cadenas del sepulcro. Se levanta de la sepultura como el conquistador de la muerte. Cuarenta días más tarde lo vemos ascendiendo a los cielos, mientras dos de los ángeles de su escolta permanecen un poco más en la tierra para instruir a sus discípulos, diciéndoles: "Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo" (Hech. 1:11)

Cristo es la perfecta imagen de Dios. LA Biblia es como un álbum fotográfico lleno de instantáneas de Jesús. Ningún hombre vio jamás a Dios, pero Jesús vino a revelar a Dios a los hombres, a mostrarnos como es Dios. Los retratos hablados de este "álbum" hacen que el "mirarlo" sea mucho más fascinante que morar todas las fotos de álbum de una quinceañera.

Como puedes ver, la Biblia nos familiariza con Dios el Padre, a través de Cristo, el Hijo. Este conocimiento es esencial. Es el mejor conocimiento que podemos adquirir en el mundo. El álbum de la Biblia, sin embargo no contiene solamente fotos de Dios, está también lleno de fotografías de hombres que revelan su naturaleza caída, su nacimiento y su nuevo nacimiento, sus luchas y su destino final. Los hombres aparecen en lo que hay de mejor y en lo que hay de peor en ellos. La Biblia presenta el verdadero retrato de la humanidad sin retoque alguno. Este famoso álbum es el mejor libro de todos los tiempos, es el mensaje de amor que Dios da a la juventud. Es su manera de decir: "Léelo y serás sabio. En él encontrarás la felicidad".

La Biblia es un libro que incluye todo. Cierta vez, un joven cristiano que lo amaba mucho, estaba preparando su mochila para hacer una excursión, cuando un amigo entró en el dormitorio.

-Bueno –dijo el joven cristiano--, pienso que ya puse todo: El mapa, una linterna, un espejo, un microscopio, un telescopio, una brújula, un plano, un martillo, un libro de poesías, algunas biografías, un libro de historia, algunas cartas antiguas, un himnario, y algunos libros religiosos.

-Pero , es imposible meter todo eso en la mochila-dijo el amigo.

-¡Oh, no! –respondió el joven cristiano- Aquí está.

Y diciendo eso, señalo su Biblia que estaba cuidadosa y reverentemente acomodada en el extremo de la mochila y la cerró.

La Biblia es, efectivamente, todo lo que ese joven cristiano dijo, pero ¿lo descubriste ya por ti mismo? La Biblia tiene poder para conquistar los corazones y transformarlos completamente. Existe en ella un poder transformador que es sencillamente milagroso, que aterroriza y alarma a los inconversos.

Un día, Roberto Moffat, el gran misionero que abrió el Africa al evangelio, encontró a un guerrero que estaba deprimido y muy angustiado.

-¿Qué te pasó? – le preguntó - ¿Murió alguien? ¿Por qué estás tan triste?

-¡Oh, no, no murió nadie –replicó el hombre-, pero mi hijo me acaba de decir que mi perro comió una hoja de la Biblia!.

-Bueno – dijo Moffat-, eso no es problema, te conseguiré otra Biblia.

Sin embargo el hombre no parecía satisfecho.

-Parece, que usted no me comprende. Yo no estoy preocupado por la Biblia, sino por mi perro. Ahora mi perro no va a volver a morder a alguien. Ni va a luchar contra los chacales. Va a ser tan manso como las personas que leen este libro. Todos nuestros guerreros terminaron siendo dóciles como las mujeres bajo la influencia de este libro. Ahora mi perro está arruinado.

Un gran predicador de la Biblia, un evangelista de nuestra iglesia, que dirigió una serie de conferencias en California, influyó mucho en mí cuando era joven. Hablaba del evangelio y de las excitantes nuevas del próximo regreso de Jesús, y leía, uno tras otro, muchos versículos de una Biblia que tenía en las manos, dejándome muy impresionado.

Había en aquel libro un poder que no había conocido hasta entonces. Me entregué a ese poder y me transformé en un seguidor de Jesucristo. Desde entonces, este libro ha sido el orientador de mi vida. ¿Quieres, mi joven amigo, hacer también de él el orientador de tu vida?.

Teododo Roosevelt, dijo una vez que "ningún libro de cualquier especie escrito jamás en inglés o quizá en cualquier otra lengua, había tenido tanta influencia sobre la vida de un pueblo. ..la que las Escrituras Sagradas tuvieron sobre los pueblos de lengua inglesa" Si existen cristianos de lengua inglesa y de otras también, cuyas vidas no se modificaron, es porque no permitieron que las enseñanzas de este libro fueran aplicadas a su vida.

Cierto día lluvioso, un fabricante de jabón que no creía en la Biblia, caminada con un amigo cristiano y lo criticaba porque "la iglesia" –decía- "está llena de hipócritas" . Y sostenía que la "Biblia no había influido lucho en sus vidas".

El cristiano no dijo nada. Poco después pasaron por un lugar donde había dos niñas jugando en el lodo.

"Estas niñas están totalmente sucias y enlodadas. "Entonces, el cristiano dijo:

"Sí" –replicó su amigo, que era fabricante de jabón-, "Están muy sucias y enlodadas". Entonces el cristiano dijo:

"Por lo que veo, el jabón que usted fabrica no parece ser muy bueno porque no ha ejercido efecto alguno sobre ellas, ¿no le parece?.

"Bueno" –respondió el hombre de negocios, molesto-, "el jabón no sirve para nada a menos que se lo aplique".

"Y eso mismo es lo que pasa con el cristianismo" –dijo el cristiano-. "El cristianismo no sirve para nada a menos que se lo aplique a la vida.

Durante la Guerra Civil de los Estados Unidos de Norteamérica, Abraham Lincoln pasaba horas enteras con una Biblia abierta ante él, buscando sabiduría para cumplir con sus responsabilidades de Presidente de la nación. Esto es lo que dijo acerca de este libro: "ES el mejor don que Dios concedió jamás a los hombres". El lo sabía. El encontró que la Biblia es capaz de satisfacer las necesidades que surgen en las horas de crisis, tanto en la vida particular de una persona cono en la de una gran nación.

La Biblia fue escrita para los menores y jóvenes tanto como para los adultos. Pero, lamentablemente, hay una gran falta de conocimiento de la Biblia tanto entre los adultos como entre los jóvenes. Se dice que solo una entre diez mil personas lee realmente la Biblia. La ignorancia de este libro es más que vergonzosa. ¡ Es trágica!

Hace algunos años se hizo una investigación en los Estados Unidos y se descubrió que en 213 colegios secundarios, con un total de 18.434 estudiantes mas de 16.000 fueron incapaces de mencionar el nombre de tres profetas del Antigua Testamento; 12.000 no pudieron dar el nombre de los cuatro evangelios y casi 10.000 no supieron decir el nombre de tres de los discípulos de Jesús.

En la ciudad de Nueva York se hizo una investigación semejante entre 1373 alumnos de diferentes colegios y se encontró que 351 de ellos jamás habían oído hablar acerca de los Diez Mandamientos. Tuve personalmente ocasión de conversar con un Señor y su esposa y me espanté de oírlos decir que nunca habían oído hablar de Jesucristo. Como puedes ver, hay un tremendo campo misionero a tu disposición, si es que conoces la Biblia como deberías conocerla. ¡Cuantos jóvenes y adultos viven a tu alrededor sin saber nada de la Palabra de Dios! ¿Quieres llevársela a ellos? La mitad de los habitantes de los Estados Unidos no pertenece a ninguna iglesia cristiana.

Cuando estés leyendo la Biblia, pídele a Dios que envíe el Espíritu Santo para ayudarte a comprender sus enseñanzas. El responderá tu oración y enviará ángeles para orientarte. "El espíritu con el cual os aboquéis a la investigación del as Escrituras determinará el carácter de los que os asistan. Ángeles del mundo de la luz estarán con los que con humildad de corazón buscan dirección divina" (Testimonios para los ministros, p.108)

Nunca debería abrirse la Biblia sin oración y siempre debería ser colocada encima de los otros libros, nunca debajo de ellos.

Si naufragaras y fueras arrojado a una isla desierta en pleno océano, sin alimentos, con solo unos pocos días para vivir, y pudieras escoger una de estas cuatro cosas: Dos litros de agua, comida para una semana, un potente radio de onda corta o una Biblia, ¿Cuál de ellas escogerías?

EL agua se acabaría en pocos días, y lo mismo sucedería con la comida, la música de la radio, procedente de ciudades distantes, solo te serviría para enojarte aún más con tu infortunio, pero la Biblia, con todas sus preciosas promesas, sería algo muy diferente. ¡Cómo te animaría la Palabra de Dios! Encontrarías en ella la seguridad de un hogar ene l cielo, te daría ánimo y fuerzas para enfrentar la muerte si tuvieras que morir, llenaría de paz tu corazón y quizá, hasta te diera una esperanza de algún salvamento milagroso en aquella situación desesperante. Cosas parecidas ya sucedieron.

Debemos llenar nuestra mente con los preciosos versículos y capítulos de la Biblia porque la mente es el gran y extraordinario archivo de que disponemos. Puedes llenar las carpetas de tu archivo mental con hechos y valiosas informaciones si memorizas algo del a Palabra cada día. ¿Sabes de memoria el número de patente de auto de tu padre? ¿Y tienes archivado en tu memoria el numero de la casa en donde vives? ¿Por qué, entonces, no saber de memoria también cuantos libros hay en la Biblia? ¿cuántos en el Antiguo Testamento y cuantos en el Nuevo Testamento? ¿Y por qué no saber el nombre de cada uno de ellos? ¿Recuerdas los versículos de memoria del último trimestre de la escuela sabática? ¿Y los del trimestre anterior?.

El diablo tiene buena memoria, y la prueba de ello es que supo repetir de memoria pasajes de las Escrituras cuando quiso tentar a Jesús en el desierto de Judea, ¿Recuerdas? Lee la narración de este hecho en Mateo 4:1-11. De hecho, supongo que Satanás puede citar de memoria cualquier parte dela Biblia, aunque usa todo incorrectamente para luchar contra Dios. Si él aprende la Biblia de memoria para usarla de esa manera, ¿por qué no deberíamos memorizar nosotros también para usarla en nuestra lucha a favor de Dios y contra Satanás?

Frances Ridley Havergal, el poeta inglés que memorizó todo el Nuevo Testamento, Salmos y todo el libro de Isaías, tuvo un rival en la Persona del Dr. W.L. Baxter, que falleció a los 96 años de edad, y del cual se dice que sabía de memoria la Biblia entera. Hasta donde sepamos, tal hecho no tiene precedente, pero sabemos que J. N Andrews, uno de los pioneros adventistas , sabía de memoria grandes porciones del as Escrituras. Un fisioterapeuta, amigo mío memorizó los libros de Daniel y Apocalipsis mientras esperaba a que llegaran sus clientes.

Antes de terminar este capítulo necesito hablar todavía de otro precioso auxilio devocional que Dios nos dio. Me refiero a los escritos del espíritu de profecía. Elena G. de White, llamada a ser la mensajera de Dios cuando era todavía muy joven, escribió 54 libros inspirados. Nació el 26 de noviembre de 1827, en Gorham en el estado de Maine, Estdos Unidos de Norteamérica, y falleció el 16 de julio de 1915, en California. Sirvió durante 70 años como mensajera de Dios a la iglesia remanente y sus interesantes libros o porciones de ellos, circulan hoy en cerca de 100 lenguas diferentes.

¿Por qué nos dio el Señor los escritos del espíritu de profecía? Para ayudarnos a comprender mejor la Biblia. Todos sus obras, por ejemplo. El Camino a Cristo o el Deseado de todas las gentes, nos conducen a la Biblia y derraman un torrente de luz sobre las Escrituras Sagradas. Los que tienen la tendencia de desviarse de las verdades bíblicas, son corregidos por estos testimonios de Jesús, nuestro Señor.

Elena G. de White fue la más grande campeona y defensora de la Biblia que ha tenido la Iglesia Adventista del Séptimo Día y, su lees sus libros, no te desviarás de los hermosos parámetros de vida y doctrina enseñados en los 66 libros de las Sagradas Escrituras.

Dios está usando la Biblia para imprimir su carácter en nuestras vidas. Si dedicamos tiempo para orar, meditar en el Señor y observar la devoción matutina, reflejaremos al mundo la imagen de Jesús, He aquí una preciosa promesa extraída de los escritos del Espíritu de Profecía:

"A medida que la mente se espacia en Cristo, el carácter se amolda a la semejanza divina. Los pensamientos se saturan con la comprensión de su bondad, de su amor. Contemplamos su carácter así él está presente en todos nuestros pensamientos. Su amor nos abarca. Si observamos solo por un momento el sol en su gloria meridiana, cuando apartamos nuestros ojos su imagen aparecerá en todo cuanto veamos. Así ocurre cuando contemplamos a Jesús; todo lo que miramos refleja su imagen, la imagen del Sol de Justicia. No podemos ver ninguna otra cosa, ni hablar de ninguna otra cosa. Su imagen está impresa en los ojos del alma y afecta toda porción de nuestra vida diaria, suavizando y subyugando toda nuestra naturaleza. Al contemplarlo somos conformados a la semejanza divina, a la semejanza de Cristo. Ante todos aquellos con quienes nos asociamos reflejamos los brillantes y alegres rayos de su justicia. Hemos sido transformados en carácter, pues el corazón, el alma, la mente, están inundados de los reflejos de Aquel que nos amó y dio su vida por nosotros" (Testimonios para los ministros, pp. 388, 389, edición ACES 1977)